miércoles 3 de julio de 2024
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El gobierno de Milei pone en duda el intento de golpe en Bolivia y desata otro altercado diplomático internacional

Mediante un comunicado calificaron al hecho como «operación fraudulenta». El gobierno de Bolivia respondió llamando a consultas a su embajador en Buenos Aires y condenó las declaraciones argentinas como «inamistosas y temerarias».

El gobierno argentino ha desatado una nueva crisis diplomática, esta vez con Bolivia, al desestimar el intento de golpe de Estado ocurrido el pasado miércoles en La Paz. Mediante un comunicado oficial, la administración de Javier Milei calificó el incidente como una «falsa denuncia» y una «operación fraudulenta» por parte del presidente boliviano Luis Arce, argumentando que el relato difundido era «poco creíble» y no encajaba con el contexto sociopolítico del país vecino.

La declaración argentina sostiene que, gracias a reportes de inteligencia, se mantuvo la calma frente a los hechos denunciados. El gobierno de Milei afirmó que la democracia boliviana está en peligro, no por un golpe militar, sino por la tendencia histórica de los gobiernos socialistas a derivar en dictaduras. Además, señaló la existencia de «200 presos políticos» en Bolivia, incluyendo a la ex presidenta interina Jeanine Áñez y al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, señalados como autor y cómplice de forzar la renuncia de Evo Morales a la presidencia en 2019 en medio de una fuerte convulsión social. Esto se investiga en el denominado Caso Golpe de Estado 1 .

En respuesta a estas declaraciones, el gobierno boliviano ha tomado medidas diplomáticas inmediatas. La ministra y portavoz de la presidencia, María Nela Prada, anunció la convocatoria en consulta del embajador boliviano en Argentina, Ramiro Tapia. Bolivia condenó las declaraciones argentinas como «inamistosas y temerarias», acusando a la oficina de Milei de un «negacionismo inaceptable» respecto a los eventos de la semana pasada.

Este intercambio de acusaciones ha escalado la tensión entre ambos países, poniendo en evidencia las divergencias políticas entre los gobiernos de La Libertad Avanza y el Movimiento al Socialismo. Mientras Argentina insta a las fuerzas políticas bolivianas a garantizar el Estado de Derecho, Bolivia rechaza categóricamente la postura argentina sobre el presunto intento de golpe.

Caber recordar que en 2019 fue el gobierno del recientemente asumido Alberto Fernández quien le brindó asilo a Morales luego de que abandonara Bolivia bajo amenazas de muerte. Luego se llamó a elecciones en 2020 y ganó nuevamente su partido, el MAS, pero con la figura de Arce al frente.

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